El aprendizaje se basa en el juego y en la experimentación. Se aprende jugando y se juega aprendiendo. Son juegos musicales, perfectamente secuenciados en su nivel de dificultad, enfocados a trabajar un determinado aspecto en cada momento. Desde el primer momento se integran todos los aspectos de la música, se fomenta la creatividad, la improvisación y la colaboración. Las clases son de una hora a la semana, en grupo hasta que cumplen 9 ó 10 años, aunque desde el principio se tienen muy en cuenta las diferencias individuales y se personaliza su propio itinerario.